Calvin Klein

Debo confesarlo: hace tiempo que deseaba escribir esta entrada. Sí, lo sé...Puede sonar retorcido, sobre todo, teniendo en cuenta el tipo de blog que escribo. Pero es que Calvin Klein, al fin y al cabo, es una marca, o sea que, hablaríamos de moda. No es mi culpa que sus prendas íntimas lleven a pensar cosas como lo que he escrito en el título. Pero es así. Además, lo que voy a tratar en esta entrada es la calidad, o mejor dicho, la transcendencia que ha tenido en estos últimos años la lencería de Calvin Klein. Al igual que uno de sus perfumes: Euphoria.

Calvin Klein es mundialmente famosa por sus artículos (accesorios), eso no se puede negar. Que perfeccionan un look aburrido y simple, es cierto. Pero hay una cosa que no me gusta mucho de la firma, y no hablo de ningún cinturón, me refiero (y sé que muchos diréis que soy un hipócrita por lo que he escrito en la presentación de la entrada) a los anuncios de esta marca estadounidense. Todos sabemos de sobra (y si no os lo digo yo) que Calvin Klein se caracteriza por una publicidad un tanto erótica (lujuriosa, para que lo entendáis en términos de pecado). ¿Algún problema hasta ahí? Por supuesto que no. ¿No me iréis a negar que no os habéis quedado "bobos" alguna vez viendo un anuncio de CK? Pero bueno, como decía, esto no le hace daño a nadie (o eso es lo que pienso, aunque existan algunos conservadores por ahí que puedan dar caña por esto). Lo que sí que no comparto (y es aquí donde quizás esté mi contradicción) es que, en la mayoría de esos anuncios (por no decir en todos), hay una evidente y clara degradación hacia la mujer. Una cosa es la sensualidad, y otra muy distinta la aberración ( y acepto que me digáis que no soy nadie para decir esto, o que no tengo ni idea de lo que hablo...O, incluso, que no tengo ni idea de ética, moral y buenas costumbres). Pero es así como lo veo, y es así como lo voy a criticar.

Si os dais cuenta, en los anuncios, la mujer siempre aparece con un hombre. ¿Pero cómo aparece con él? Sí, debajo de él, sujeta, tirada en el suelo, dominada y sin ropa (cosa que es "normal" en la marca, la mayoría de la publicidad es de ropa interior). Para mi gusto, se las trata como un simple objeto (una marioneta) y, sobre todo, detesto esa imagen estereotipada y manipulada que se desprende de la mujer. Aunque no lo creáis, pasa lo mismo en la mayoría de los anuncios de productos de belleza. Y sí, la mujer es más que eso: también es inteligencia, garra, poder e integridad. Como cantaba el estadounidense James Brown:

"This is a man's world, this is a man's worldBut it wouldn't be nothing, nothing without a woman or a girl"

Y para que veáis que no hablo por hablar:

(*Fuente: Imágenes de Google-

Anuncios de CK-Ejemplos )

En el mundo de la moda también caben (o deberían) las criticas, ya que. al igual que le pasa a todo, nada es perfecto. Por eso, hay que hablar cuando no estamos de acuerdo y cuando pensamos que podemos mejorar las cosas (Siempre desde el respeto, eso sí).

Una vez dicho esto, ahora sí que podemos centrarnos en la lencería de CK, la cual adoro.

Calvin Klein siempre ha sido bastante simple, sin mucha extravagancia, y eso es lo que le ha permitido ser una de las mejores "apuestas"/opciones que podemos tomar a la hora de completar nuestros conjuntos, como he dicho antes. La verdad es que un cinturón CK, un collar, unos pendientes o, incluso, una gota de uno de sus perfumes son ideales para dar el toque de elegancia y soberbia que tanto buscamos a la hora de vestirnos. y, ¿por qué no también en nuestra ropa íntima? CK suele apostar por el blanco y el negro, por el "erotismo-romántico", para crear su lencería. Y, la verdad, es que el efecto se alcanza sin problemas. No podemos negar que no hay nada más erótico que unos Calvin Klein (una chica con un conjunto, o un chico con un bóxer son irresistibles). ¿A qué sí?.

Asimismo, la lencería CK aporta una gran comodidad (es de algodón en su mayoría), se ajusta perfectamente al cuerpo de la persona que la lleva y, sobre todo, realza la silueta.

En cuanto a la mujer, hay que destacar las braguitas, ya que se "deslizan" muy bien y "pone en su lugar" la carne (suena extraño, lo sé). Además, los sujetadores no presionan los pechos, pero los mantiene erguidos y evita que la mujer tenga que estar continuamente "colocándoselo", lo cual es incómodo y de mal gusto.

En cuanto al hombre, debo decir que son bastante "suaves" y ligeros. Vale, quizás esto pueda convertirse en un problema a la larga, porque, sinceramente, parece que no llevas ropa interior y que en cualquier momento vas a enseñar todo. ¿Qué más puedo decir? Bueno, la verdad es que quedan bastante bien cuando te miras en el espejo (tanto la lencería femenina como masculina) y su lavado (específico en cada prenda-aunque no hay que preocuparse porque te lo trae detallado) es muy fácil y obtienes buenos resultados, es decir, que siempre tendrás una pieza óptima y perfecta. No puedo olvidarme de que es una prenda eterna, ya que se puede llevar en cualquier ocasión y en cualquier momento del año: nunca pasa de moda y es elegante, sexy y cómoda (lo que buscamos a la hora de escoger nuestra ropa interior).

Otra cosa que quiero destacar es que el elástico que te viene en toda la ropa interior (sí, ese que sirve para ajustar la prenda a tu cuerpo) no se desgasta con el paso de los años (lo cual es perfecto, porque así no tienes que estar comprando una y otra vez calzoncillos, braguitas...). Además, su precio ronda desde los treinta euros (o menos) hacia arriba. Cada uno gasta según sus exigencias. Pero que es asequible para todos, lo es (y una buena compra, también).

Veamos algunos ejemplos:

(*Fuente: Imágenes de Google-

Calvin Klein Underwear)

Y ahora, me encantaría escribir un poco de "Euphoria", aunque supongo que ya sabréis del perfume del que os hablo, no puedo perdonarme no mencionarlo si estoy con CK.

Generalmente, para que escriba sobre un perfume, este debe de ser o muy bueno, o muy malo. La verdad es que soy bastante exigente en cuanto a fragancias, pero supongo que es normal porque, al fin y al cabo, es lo que vamos a llevar puesto, a lo que vamos a oler (y a nadie le gustaría dar una mala imagen de sí mismo). Por eso, he decidido presentaros a Euphoria. Además de gustarme el anuncio (simple, erótico y con esa melodía de Yann Tiersen de fondo), también me encanta ese olor florar- sin empalagar- que se desprende cuando abres un frasquito.

La fragancia es bastante oriental, donde se mezcla la orquídea negra, el ámbar líquido y la flor de la champaca, la cual también se encuentra en el corazón del mítico perfume de Dior, J'adore. Euphoria se abre con las notas frutales y exóticas de la granada y del kaki, realzados con ricas notas verdes. El corazón deja surgir una combinación floral sensual de loto, champaca y orquídea negra. En la nota de fondo, se despliega la violeta negra, envuelta en ámbar y almizcles carnales. La verdad es que pensaba que iba a ser un perfume insoportable y que me haría vomitar, pero no. Es muy suave en realidad y se funde con tu piel.

En cuanto a la duración, os puedo decir que me la probé una vez en la perfumería por la mañana (lo sé, es de mujer, pero no me importa), luego me fui a la playa, y cuando llegué a casa por la tarde, aún olía. Así que, ya veis: un olor duradero y eterno. Lo mejor es que, alo largo del día, va desplegando todas sus bases, y ninguna queda escondida (hay una fusión perfecta e inmejorable).

Euphoria se nos presenta en una frasco degradé rosa fucsia. Dicen que tiene forma de orquídea, aunque yo, personalmente, no consigo verlo. Aún así, llama bastante la atención. Presenta un tapón alargado y rectangular, con el nombre de la marca grabado en uno de sus laterales- como en relieve.